the cat in a [Mac]

Santiago (verano de 1999), son las 3 PM y hace mucho calor.
Eben es el nombre de una de las dos chicas suecas que conocí en la boletería del metro Tobalaba, cuando iba camino a la oficina en la que entonces trabajaba mi padre.

Eben y su amiga, ubicadas al costado del mapa en la estación miran a todos lados (intentan encontrar algún voluntario que de algun modo les entienda, y además tenga voluntad suficiente para orientarlas). Ambas se esfuerzan en analizar la mirada de cada pasajero que alcanzan a abordar, estresados viajeros que circulan a esa hora y que poco notan de la presencia de estas chicas y mucho menos imaginan el problema que estan enfrentando.
Acabo de bajar del vagón, desde la escalera las he divisado y ya de lejos noto cierto grado de frustración en sus rostros. En total consecuencia a mi caracter continuo avanzando directo hacia la salida, pero en un breve (casi involuntario) giro desde las puertas he alterdo en unos cuantos grados mi dirección y me ha puesto en camino a su encuentro. Inmediatamente ambas notan mi actitud y caminan a mi encuentro.

Resulta extraño que dos chicas rubias, con tan bellos rasgos, de buen porte y un fisico para destacar no sean victimas del clasico chileno, pero debía haber una buena razón: en su básico ingles y nada de español (apenas les pude entender) me explicaron que querian llegar a la Clinica Alemana, pero no encontraban una estacion del metro que las dejara cerca …y que tampoco la ubicaban en el mapa de acercamiento.
Dificil explicar tanta angustia en rostros que se caracterizan por parecernos tan frios. Intento aclararles que en el limitado mapa que llevan no aparece el destino que buscan y que la unica forma de llegar rapido es en taxi, pero poco y nada entienden.
Luego de cinco minutos vuelvo a la estación. Antes de salir de ahi les habia indicado la ruta y como llegar, pero como no entendian un carajo me hice el animo de ayudarles (…una vez scout, siempre scout!) Caminan a mi lado con cierta incredulidad mientras intento llevar una charla, noto que no es común recibir tal ayuda, pero no parecen desconfiar. Me entero mientras caminamos y dentro del taxi que estaban de vacaciones, que se conocieron acá mientras recorrian Machu-Pichu, que a Eben dos dias antes la habia picado una araña y que por esto habia tenido jaquecas y mareos.
Finalmente pague el taxi, las lleve al despacho del doc que la atenderia y me despedi.

Föjka (según dijo, un diminutivo para un nombre aun mas extraño) se sento a mi lado anteayer en el café y me pidio algo de ayuda con su powerpro J, según la recuerdo se parece mucho a Eben Hansen, pero esta chica es polaca y si hablaba español …algo al menos.

Me atraen muchisimo estas mujeres de tipo caucasico: de piel blanca (y por lo general con pecas), facciones suaves y rostros angulados. Afortunadamente y sin muchas pretensiones, en muchas he conseguido un interes similar: Tatiana, Vanessa, Eben, Münia, mi niña sureña, Föjka y quizas algún otro nombre probablemente se me escapa …o la he omitido pues no busco comprometerla.

A Eben le di mi correo, escribió un par de veces y nunca le respondi.
Münia y Föjka me dejaron sus direcciones, pero aun no me animo.
A la secretaria omitida, le prometi que jamas revelaria nada (ja!)
A mi niña sureña ya casi no le dedico tiempo, y como clásica mina cada vez es mas exigente!